La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño expresó su preocupación y cercanía tras conocer las informaciones de medios internacionales que documentan la grave crisis social, alimenticia y de seguridad que atraviesa el país caribeño.
Asimismo, imploran a Dios que abra las mentes y corazones de aquellos que deben tomar las decisiones para alcanzar la paz y el bien común.
Por su parte, la Confederación Latinoamericana de Religiosos reitera su apoyo a la Vida Religiosa que peregrina en Haití, asegurando sus oraciones por quienes mantienen la creatividad apostólica y se empeñan en construir el Reino en medio de la difícil situación.
Además, se unen a los que claman porque cese la violencia y se recupere la institucionalidad que haga posible la democracia y el respeto de los derechos.
Finalmente y frente a esta realidad, el Celam manifiesta que la preocupación es compartida en toda la Iglesia de América Latina y el Caribe, reafirmando su disposición para brindar ayuda.