La Iglesia Católica en el mundo se unió este 17 de octubre en oración y ayuno con el objetivo de pedir por el cese del conflicto entre israelíes y palestinos. Es por ello que, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, ha descrito esta jornada como “Un signo muy hermoso de unidad de toda la comunidad cristiana”. Asimismo, el purpurado manifestó que se siente reconfortado por la adhesión que la iniciativa tuvo en todo el mundo.
Por su parte, el Papa Francisco reiteró su llamado por la paz para Medio Oriente. El Obispo de Roma nuevamente pidió que se liberen a los rehenes y que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto. Además exhortó a que se respete el derecho humanitario, sobre todo en Gaza, donde es urgente y necesario garantizar corredores humanitarios y socorrer a toda la población.
El padre Gabriel Romanelli, párroco de Gaza, se refirió a la Comunidad cristiana allí presente y al acompañamiento de la Iglesia. Según el sacerdote, la comunidad cristiana de Gaza continúa bien, a su vez indicó que los enfermos, niños, discapacitados y demás población que se encuentra bajo cuidado en las estructuras de la Iglesia en la Franja de Gaza permanece aterrorizada por los bombardeos que se presentan día y noche.
Finalmente, en contexto de la jornada de oración y ayuno por la paz, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa destacó que es importante evitar las armas porque nada bueno saldrá de ello.