El Vaticano ha confirmado que el Santo Padre permanecerá en la nación del este asiático del 31 de agosto al 4 de septiembre.
Mongolia es un país que tiene menos de 2.000 católicos y al conocer la noticia el Cardenal Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico en Ulán Bator, calificó la presencia del Papa como un "gran aliento" para los misioneros y los fieles locales.
Por otra parte, hay expectativa sobre la confirmación de un posible viaje del Santo Padre Francisco a Marsella, con motivo del encuentro de Obispos del Mediterráneo.