Obispos de Cauca y Nariño extienden llamado por la paz

A través de un comunicado la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia

y los Obispos de los departamentos de Cauca y Nariño, hicieron un llamado a los
actores armados y a las autoridades para que cese el conflicto y se brinde atención
humanitaria urgente a las comunidades.
En el mensaje conjunto los Obispos de las Diócesis de Ipiales, Tumaco y Pasto; de
los Vicariatos Apostólicos de Guapi y Tierradentro; así como el Arzobispo de
Popayán y Vicepresidente del Episcopado, Monseñor Omar Alberto Sánchez
Cubillos, afirman que los esfuerzos que se están haciendo por buscar la paz, deben
verse reflejados en tranquilidad, seguridad y justicia para los territorios.
El Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá, Primado de Colombia y
Presidente del Episcopado del país, junto a su Secretario General y Obispo Auxiliar
de Bogotá, Monseñor Luis Manuel Alí Herrera, respaldan esta petición.
Así pues, en el documento se detalla que los prelados valoran los esfuerzos de
construcción de espacios de diálogo entre el Estado y los grupos alzados en armas;
pues estas semillas deben germinar en los territorios y suscitar un ambiente de
libertades para los ciudadanos, que anhelan vivir junto a sus seres queridos con
alegría y justicia.
Por otra parte, los Obispos lamentan el terror que causa el fuego de las armas, el
desarraigo de la tierra, los desplazamientos y confinamientos, las minas
antipersonales, la ruptura del tejido comunitario y las afectaciones a los
ecosistemas, por lo que exhortan a que todo esto se detenga, para no lastimar en
el corazón de los pueblos, el frágil pero esperanzador brote de una vida en paz.
Ante estas realidades, esperan que su llamado sea acogido por quienes se
confrontan con las armas y motive el desescalamiento del conflicto en las
regiones, facilitando la atención humanitaria de emergencia y permitiendo a las
comunidades el retorno seguro a sus habituales lugares de vida en unión con sus
familias.
Finalmente, los Obispos reiteran su permanente disposición de trabajo en favor de
la causa de la paz en Colombia, pues son servidores del Príncipe de la Paz,
Jesucristo el Señor.